[:es]Una manera de organizar la alimentación para que sea variada y saludable a lo largo del día es hacer 5 comidas: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Las 3 comidas principales (desayuno, comida y cena), suelen ser las que nunca faltan, pero las comidas complementarias como la media mañana o la merienda suelen ser las grandes olvidadas. Vamos a ver cómo puedes incluir una de estas comidas: ¡la merienda!
La merienda es una ingesta pequeña que ayuda a regular el nivel de energía que vamos obteniendo a través de las comidas que se realizan a lo largo del día. Y es que merendar permite poder llegar en mejores condiciones a la cena, de esta manera se evita comer grandes cantidades o comidas más pesadas, cosa que dificultará más la digestión y puede repercutir en la calidad del descanso.
Merendar, sobre todo para personas activas, es un aporte extra de energía. Si eres de los que practica actividad física, ya sea para estar más en forma o para mejorar la salud, los nutrientes que se ingieren con la merienda permiten estar en mejores condiciones durante la realización del ejercicio, de manera que aguantas mejor el ritmo y por lo tanto incrementas el rendimiento. Además, también es beneficioso a la hora de la recuperación después de haber practicado actividad física, ya que al haber obtenido ciertos nutrientes, nuestro cuerpo los aprovecha para poder reponer de manera más rápida que en el caso de no haber merendado. Son buenas noticias, ¿verdad?
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Pero para merendar no vale cualquier alimento…
Una merienda optima, debe estar compuesta por, como mínimo, 2 de los 3 siguientes grupos de alimentos: fruta, lácteo y farináceos. Al optar por varios alimentos, la variedad de nutrientes que se absorben aumenta y, como se sabe, la variedad es primordial para una alimentación equilibrada y saludable. En esta comida, ¡es un buen momento para tomar una de las 3 piezas de fruta que debemos consumir a lo largo del día! Es más, la fruta combina perfectamente tanto con un lácteo como puede ser un yogur, como con los farináceos, como podría ser un bol de muesli o una tostada de avena. El lácteo aporta el calcio necesario para el buen mantenimiento de tus huesos y músculos, y no hace falta recordar lo importante que es para los más peques de la casa. Por último: los farináceos. Aportan energía y fibra, esenciales para un buen rendimiento tanto físico como mental. ¿Sabías que además la fibra es buenísima para una óptima digestión?
Otro punto a favor de merendar es tomarse un tiempo para hacerlo y de esta manera lograr un momento de paz y tranquilidad. ¡Dedícate un tiempo degustando una buena merienda!
Algunas opciones de merienda saludable serían:
- Bol de yogur con copos de avena integral y frutos rojos.
- Tostada de trigo sarraceno con queso untado.
- Tortita de avena con plátano.
- Crep con aguacate y queso ricota.
Con estas sugerencias de merienda, ¿Cómo no vas a incluir esta comida complementaria a la vez que deliciosa, en tu día a día? Es una manera de lograr un mejor estado de salud y poder llegar al final del día con plena energía. Ahora ya sabes la importancia que tiene la merienda y seguro que disfrutaras de unas opciones saludables y variadas.
¡No olvides merendar y disfruta de tu momento de relax![:]