Salud y nutrición

Limpia y nutre tus células

Deshazte de las toxinas acumuladas en tu organismo con una dieta nutritiva que potencie la función depurativa del hígado y el intestino.

Los seres humanos vivimos más años que hace tan sólo unas décadas. Pero…¿qué hemos de hacer para que en los años de vida añadidos no se acumulen las dolencias, sino que constituyan una etapa plena de experiencias y desarrollo personal?

Vivir mejor para vivir más. El progreso económico y las mejoras sanitarias han permitido un aumento gradual de la longevidad. A principios del siglo pasado, las infecciones causaban la mayor parte de las muertes. Pese a la incidencia este año del coronavirus, actualmente las personas mueren por enfermedades crónicas, degenerativas y discapacitantes, muchas de ellas vinculadas a una alimentación inadecuada y a estilos de vida poco saludables.

Tratamientos milagrosos. Vivimos en la época de las grandes esperanzas, con frecuencias proclamadas por la ciencia, que parecen abrirnos una amplia gama de alternativas para alargar y mejorar la calidad de vida. Fármacos sintéticos, operaciones de estética, tratamientos antiaging e incluso “productos milagro” se ofrecen como la panacea para hacer frente al envejecimiento y mantener la salud.  Sin embargo, poco se hace para formar a la población, ya desde la escuela, sobre cómo cuidar el organismo, qué hacer para reducir el impacto de las sustancias tóxicas a las que estamos expuestos a diario, y qué supone tener carencias y desequilibrios nutricionales.

Los genes son sólo el punto de partida.

Herencia y autocuidado. Podemos comparar el organismo con la casa en la que vivimos. Algunos tienen la suerte de haber heredado una mansión robusta que soportará el paso del tiempo sin un gran deterioro. Otros, la mayoría sufrirán desperfectos (más o menos acusados) y se quejarán cuando aparezcan fisuras y tengan que hacer una reparación urgente. Finalmente, unos pocos tendrán que cargar con una casa de estructura débil que requerirá más atención.  De manera similar, cada uno de nosotros hereda un patrimonio genético. Nuestra salud dependerá de este “capital de salud” y del cuidado que tengamos en mantenerlo y mejorarlo.

Complementos alimenticios revitalizadores

Ácidos grasos omega 3. Tienen un papel vital en el equilibrio de los lípidos y en los procesos inflamatorios. Las personas que siguen una dieta vegetal pueden obtenerlos de las nueces, las semillas de lino y de chía y a través de suplementos de algas.

Coenzima Q-10. Se necesita para producir energía en todas las células: es un potente antioxidante y un estimulador de la inmunidad.

Probióticos: Contribuyen a mantener una microbiota sana, intervienen en la absorción de ciertos nutrientes y en la fabricación de algunas vitaminas del complejo B y K. Se pueden ingerir en cápsulas (los veganos han de comprobar que estén hechas de celulosa).

Silicio orgánico: Favorece la síntesis de colágeno y elastina; mejora la asimilación de calcio, magnesio y fósforo, y protege de la oxidación celular. 

Alimentos básicos

Para conseguir todos los elementos que contribuyen a la detoxificación puedes recurrir a una variedad de alimentos vegetales:

Vitaminas, minerales, enzimas y aceites esenciales: en el brócoli, los rábanos, los puerros, las cebollas y los ajos. Los ajos y cebollas son ricos en fibra soluble, que favorece la salud del intestino.

Cinarina: alcachofas y los cardos aportan esta sustancia que estimula la producción de bilis y eliminación de las sustancias de desecho. https://grupoviveplus.com/todo-sobre-alcachofa/

Polifenoles y antocianinas: en cerezas, nísperos, uvas y, en general, las frutas de color rojo.

Glutación: en espinacas, Sandías, pomelos, espárragos, aguacates, calabazas, crucíferas, nueces y ajos.

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