Blog
¡Deporte en casa con tu bebé!
[:es]
La llegada de un bebé a casa modifica las rutinas de todos los integrantes de la familia, empezando por la madre. Pero, aunque parezca imposible, puedes recuperar tu hábito de realizar actividad física, ¡con tu bebé! Te explicamos cómo.
Tabla de contenidos
Tiempo con tu bebé
Compartir todo el tiempo posible con el pequeño recién llegado es una de las cosas que más absorben el tiempo de los padres. Esto puede acarrear el descuido de la propia imagen y los cuidados de salud, alimentación y rutinas que se venían practicando. A la larga, son hábitos que pueden echarse de menos. Pero estos efectos pueden minimizarse si hacemos partícipe al bebé de alguna de estas costumbres que teníamos antes de su llegada. Es el caso de hacer ejercicio, que es una de las cosas que, sobre todo las madres, echan de menos para sentirse de nuevo fuertes y ligeras.
Practicar actividad física, nos mantiene más activos, de manera que es más fácil sobrellevar el ritmo al que nos vemos sometidos con la llegada de un pequeño.
Así que, en el momento en el que tu médico te de permiso para empezar a realizar ejercicio, en primer lugar, ten en cuenta que debes empezar de manera progresiva, con ejercicios de bajo impacto y rutinas suaves. Por ejemplo, puedes empezar por hacer algunos abdominales hipopresivos y contracciones del suelo pélvico para recuperar de manera más rápida estas zonas que son las que más afectadas quedan después del embarazo. Si quieres ejercitarte de forma general, y además sin salir de casa y con tu bebé, ¡apúntate a estas propuestas para pasar un rato divertido con él a la vez que te ejercitas!
Una manera diferente de hacer abdominales
Recuerda consultar con tu médico si estás en el momento ideal para realizar este ejercicio. Si es así, ¡prepárate! Estírate con las piernas flexionadas y tu bebé sentado en tu barriga y recostado sobre tus muslos, mirándote.
Incorpórate hacia él, no hace falta que llegues hasta arriba, sólo eleva un poco tu espalda del suelo, sin forzar el cuello. Verás que tu bebé, además, se esfuerza por ver esta nueva panorámica de acercamiento-alejamiento. ¡Estáis ejercitándoos los dos!
¡A trabajar un poco los glúteos!
En la misma posición, piernas flexionadas y ligeramente abiertas, coge al bebé por las manitas o la cintura, y eleva tu cintura todo lo alto que puedas. Aguanta esta postura durante unos segundos y baja. Debes notar que se contraen los músculos de los glúteos. Repítelo varias veces, ¡verás como se divierte el peque!
Un ejercicio para trabajar los brazos y el pectoral
Tumbada, de la misma manera, coge a tu bebé por encima de ti. Los brazos deben estar extendidos, en ángulo recto con el cuerpo. Flexiona los brazos hasta que tu bebé casi esté sobre tu cara (o puedes aprovechar para darle un beso cada vez que te lo acerques) y extiéndelos. Repite este movimiento varias veces.
Y un poco de trabajo de piernas también…
Estírate de lado y recuesta a tu bebé bocarriba enfrente tuyo. Estira la pierna que te quede más cerca del techo y elévala lo que puedas. Luego bájala de nuevo a la posición de inicio. Repite este movimiento todas las veces que sea necesario y cambia al otro lado para hacer lo mismo con la otra pierna.
Ejercitarse con un bebé no sólo es posible, sino que además estrecha más el vínculo con el pequeño y ayuda a madres y padres a recuperar sus rutinas. Podéis redondear vuestras rutinas deportivas llevando a cabo una alimentación saludable y con ayuda de algún complemento alimenticio como por ejemplo el café verde, tradicionalmente utilizado por sus propiedades depurativas para el control de peso, o la L-carnitina, que es un aminoácido que se encarga de transportar ácidos grasos al interior de las células para que puedan ser utilizados como energía.
Así que no hay excusas: como familia, hay que hacer cosas juntos, ¡y qué mejor que un poco de ejercicio! ?