[:es]El mes de septiembre es un buen momento para cambiar hábitos, a la vuelta de las vacaciones hay un plus de motivación que, por qué no, podemos aprovechar para reorientar nuestra rutina hacia conseguir un estilo de vida más saludable.
Piensa que inculcar hábitos de alimentación saludable a los más pequeños de la casa es fundamental.
Cuando ya somos adultos, cambiarlos o instaurarlos de nuevo es un poco más complicado. ¡Pero verás que se puede!
Seguro que, en alguna ocasión, te has puesto a ti misma algún objetivo como seguir una alimentación más saludable, conseguir una mejor gestión del tiempo, mantener tu cuerpo en forma, intentar llevar una vida sin estrés… Son muchos los hábitos de vida saludable que te puedes plantear como tu nuevo objetivo, los principales los podríamos resumir en estos cinco puntos:
- Alimentación: comer bien, manteniendo una dieta equilibrada y sana, es uno de los hábitos saludables por excelencia. Incrementar la ingesta diaria de fibra a través de verduras, frutas, cereales integrales o frutos secos, por ejemplo, puede ser un buen hábito para instaurar en tu día a día. También puede serlo acostumbrarte a comer con menos sal o potenciar las cocciones más saludables, entre otros.
- Hidratación: una costumbre muy saludable es beber más vasos de agua, para intentar llegar a los dos litros de agua diarios recomendados.
- Actividad física:moverte es básico, y, aunque a veces cueste, hay que procurar llevar una vida activa en tu día a día con actividades tan cotidianas como salir a pasear a buen ritmo, subir por las escaleras, etc.
- Regularidad en tus horarios: como sabes, dormir bien es un hábito extremadamente saludable. También lo es mantener unos horarios más o menos fijos en tus horas de trabajo, de sueño y de comer.
- Ocio/stop estrés: es importante tener en tu agenda planes que te apetezcan, organizar mejor tu jornada con una lista de tareas y encontrar tiempo para ti misma. ¡Se trata de aprovechar el tiempo sin estresarte! Practicar mindfulness puede ayudarte a gestionar el estrés.
Todos estos hábitos saludables básicos no pueden faltar en tu día a día para garantizar una buena calidad de vida, de ahí su importancia. Con todo ello, conseguirás un buen estado de salud para disfrutar de la vida al máximo.
Pero, ¿cómo los instauro en mi día a día? Para conseguirlo, ¡apúntate estas claves!:
- Plantéate objetivos realistas: ¡no lo quieras cambiar todo a la vez! Tienes que analizar tu día a día, visualizar qué quieres cambiar y hacerlo poquito a poco. Por ejemplo, es mejor salir a correr dos días por semana, en vez de ir 3 días seguidos al gimnasio y no volver en un tiempo largo.
- Focalízate en acciones concretas y planifica el tiempo para llevarlas a cabo: lo que funciona muy bien es que te marques objetivos y metas a corto plazo. Céntrate en una acción concreta y planifícala: esto puede ser, por ejemplo, beber 2-3 vasos más de agua durante la mañana en el trabajo o encontrar un día a la semana para ir a cenar fuera con tus amigas. Es mejor que te adelantes a posibles impedimentos, para poderlos subsanar antes de que ocurran (por ejemplo, esta semana no he podido ir al gimnasio, pero voy a hacer una excursión larga durante el fin de semana).
- Aumenta tus objetivos y retos: a medida que consigas estas metas a corto plazo, puedes ir aumentando tus objetivos. Eso sí, estos hábitos se tienen que complementar entre ellos e ir instaurándolos poquito a poco, hasta conseguir tu meta final.
Si quieres complementar tus hábitos y ayudarte de algún suplemento nutricional, recuerda que el glucomanano te ayudará a promover la sensación de saciedad, Animoplus te ayudará a mejorar la sensación de cansancio y fatiga o jalea real para combatir el agotamiento físico y/o mental.
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¡Seguro que puedes conseguirlo! Sólo tienes que ponerle motivación, plantearte objetivos realistas en tu día a día y visualizar a dónde quieres llegar.
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