[:es]Empezamos el año con un buen propósito: seguir una alimentación saludable. Y este año sí, vamos a instaurar estos buenos hábitos porque esta vez, además de aprender a comer de manera saludable, vamos a aprender a evitar caer en esos pensamientos que nos han arrastrado más de una vez a abandonar nuestro buen propósito. Vamos a ver cómo el coaching nutricional puede ayudarnos a dominar estos pensamientos, ¡y conseguir de manera definitiva nuestro objetivo!
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Pensamientos saboteadores
A veces tenemos la voluntad y estamos preparados mentalmente para llevar a cabo una tarea o en este caso un cambio de hábitos, e inexplicablemente no llegamos a conseguir el propósito y nos lo saltamos y acabamos abandonando. Parece que no tenemos explicación del por qué lo hemos hecho, pero en la mayoría de los casos se debe al trabajo que hacen sobre nosotros los pensamientos saboteadores. En coaching nutricional, los pensamientos saboteadores se definen como aquellos pensamientos que nos hacen dudar de si somos capaces de seguir con un plan establecido. Son pensamientos que aparecen para hacernos desistir, poniendo en duda nuestras habilidades o capacidades. Son negativos. Un ejemplo de pensamiento saboteador en una persona que intenta seguir un plan de alimentación saludable es “no pasa nada porque me coma esto” cuando se nos presenta una tentación delante. Este tipo de pensamientos dan permiso a saltarse una norma preestablecida en nuestra mente. En este caso la norma que instauramos es “voy a comer bien a partir de ahora”, y el pensamiento boicoteador pretende justificar que podamos no cumplir con lo que nos hemos prometido.
Estos pensamientos son negativos porque además de impedirnos cumplir con nuestros objetivos, provocan una sensación de frustración derivada del incumplimiento de nuestros objetivos que afecta a nuestra autoestima y confianza. Pueden llegar a enfadarnos con nosotros mismos.
Hay muchos tipos de saboteadores que, si reflexionamos, nos daremos cuenta de que nos decimos a veces demasiado a menudo. Algunos ejemplos son: “no soy capaz, no puedo hacerlo”, “no tengo tiempo”, “todo me sale mal”, “soy así y no puedo evitarlo” …
Para evitar estos pensamientos hay que hacer un trabajo de aceptación de uno mismo de manera completa. Esto reducirá la ansiedad con la que va ligado, aumentará nuestra confianza y autoestima y nos facilitará la capacidad de integrar estos pensamientos como principales refuerzos de nuestra personalidad.
Coaching nutricional para recuperar las riendas de nuestra mente
Os preguntaréis como es posible llegar a un punto así, con estas reflexiones tan negativas acechando. Pues no diremos que sea fácil, pero es un trabajo de constancia y toma de consciencia con uno mismo. Ante un pensamiento así, en coaching nos aconsejan que debemos parar y reflexionar.
¿Qué me está queriendo decir esto? Tengo un conflicto interno entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. Pues como si de niños se tratara, toca sentarse frente nuestros dos tipos de maneras de pensar y enfrentarlas, dejar que hablen.
¿Qué nos dice la parte “responsable”? Probablemente nos cuente que seguir un plan de alimentación saludable es algo que deseas desde hace mucho tiempo, que lo haces por tu salud y para sentirte bien y que eso se reflejará no sólo externamente, sino que a nivel de bienestar psíquico volverás a ser aquella persona que recuerdas que eras cuando te sentías bien.
¿Qué nos cuenta la parte “saboteadora”? Probablemente dirá cosas como que no quieres estar siempre dependiendo de una dieta, que quieres poder comer lo que te apetezca sin preocuparte, que si hoy comes algo dulce puedes compensar otro día… Pero hemos de prestar especial atención porque detrás de esto que nos cuenta se esconden emociones que hemos de saber interpretar y preguntar a este saboteador lo siguiente: ¿qué me aportará que haga lo que me dices? Normalmente, ante esta pregunta, las respuestas, aunque muy variadas, suelen ir encaminadas a emociones de decepción, derrota, frustración… ¿Y queremos eso? No. ¿Qué me puede aportar el pensamiento responsable? ¿Qué sentiré si cumplo con él? Satisfacción, alegría, orgullo, bienestar… Finalmente, ¿qué queremos? Si queremos sentirnos bien, el pensamiento responsable debe dar las razones al saboteador: “voy a seguir mi plan porque me sentiré bien si lo hago a diario y notaré mejores resultados”.
A medida que vamos superando este tipo de pensamientos saboteadores, vamos creciendo, nos hacemos más fuertes porque crece nuestra confianza y autoestima hacia nosotros mismos. Nuestros saboteadores irán siendo menores, porque seremos capaces de discernir mejor entre nuestras verdaderas apetencias y nos mantendremos motivados para cualquier cosa que nos planteemos empezar.
Este año vas a conseguir tu propósito, porque vas a vencer a esos pequeños boicoteadores que hay en tu interior. ¡A por todas! 🙂 [:]