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Claves para cuidar tu memoria
[:es]Existe la creencia popular de que cada uno nace con un tipo de memoria u otra, mejor o peor, como si no se pudiera cambiar. Lo cierto es que la memoria se puede entrenar, cuidar y sacar el máximo provecho de ella. ¡Vamos a verlo!
Para cuidar la memoria y recuperar o potenciar la capacidad de concentración hay que tener en cuenta diferentes factores. ¡No sólo se trata de hacer matemáticas! Anota estos puntos y ponlos en práctica, ¡una manera de entrenar muy diferente!
Tabla de contenidos
Claves para entrenar tu memoria
Descansar y reducir el estrés
El cansancio influye de manera negativa en nuestra capacidad para memorizar. El cerebro necesita descansar y desconectar, para garantizar unos altos niveles de concentración. De ahí la necesidad de descansar 7-8 horas diarias. Si además sufrimos estrés, es recomendable practicar técnicas de relajación que además nos ayudarán a inducir un sueño profundo y reconfortante. ¿Empezamos hoy mismo?
Evitar hábitos tóxicos (tabaco, alcohol…)
Los hábitos tóxicos siempre están desaconsejados, pero aún más si se trata de cuidar nuestra memoria. Sobre todo, el alcohol, daña especialmente las redes neuronales que están ligadas estrechamente con la memoria. Por lo tanto, evitar estos hábitos tóxicos es garantía de salud en general, pero si además buscamos un beneficio para nuestra memoria, es muy recomendable mantenerlos muy lejos.
Buena alimentación
Por su puesto, si uno quiere gozar de salud en general, es necesario seguir unos buenos hábitos alimentarios, que nos proporcionen los nutrientes implicados en mejorar y mantener un estado de salud óptimo. De esta alimentación se beneficiará también nuestra memoria. Podemos aumentar el consumo de alimentos que nos aporten omega-3, que se ha demostrado que son beneficiosos para ella. Además, evitar el exceso de sal, los azúcares añadidos y las grasas trans, también son una estrategia para cuidarla.
Ejercicio físico
Se ha visto que realizar actividad física ayuda a mantener un buen estado psíquico. Practicar ejercicio físico influye directamente en la manera en que pensamos o sentimos y eso afecta a la capacidad de atención, el aprendizaje y concentración. Así que, ¡entrena tu mente calzándote unas zapatillas deportivas!
Salir de la zona de confort
Si siempre usamos la mano derecha para cepillarnos los dientes, ¿qué pasa si intentamos cambiar esta costumbre tan habitual? ¡Prueba a hacer tus rutinas diarias de maneras diferentes! Así retas a tu cerebro y lo entrenas para adversidades. Puedes también practicar idiomas nuevos o viajar y conocer nuevos países y costumbres. ¡Cualquier cosa que haga salir de la zona de confort mantendrá la mente despierta!
Música
Si estás en época de exámenes o simplemente quieres que tu memoria esté mucho más receptiva, prueba a estudiar, leer, concentrarte… ¡con música relajante! Esas ondas suaves que emiten este tipo de canciones hacen que seamos más eficientes en el momento de utilizar la memoria.
Enseñar lo aprendido
¿Acabas de terminar un libro? ¿Has visto un vídeo interesante? Todo lo que has aprendido, ¡explícalo! De esta manera, nuestra memoria hace esfuerzos por recordar todo lo que has visto o leído y además construye argumentos y maneras de transmitir esa misma información a nuestro interlocutor, ¡que seguro que espera muy interesado!
Así que cuando aprendas algo, ¡compártelo! Por ejemplo, puedes empezar por compartir lo que has leído en este post y ayudar a más personas a poner en práctica estos consejos.
Si quieres un remedio natural que se ha usado tradicionalmente para favorecer un mejor funcionamiento del cerebro y la memoria, Gingko Biloba puede ser tu aliado junto con una alimentación equilibrada y los puntos mencionados anteriormente, ¡y que tu mente no pare de trabajar! ?[:]