[:es]Todos esperamos la llegada del buen tiempo, y con él, el verano y las vacaciones. Pero a la llegada del calor suele acompañarle la molesta hinchazón en los pies y las piernas. Vamos a ver por qué se produce este fenómeno, y qué aliados drenantes pueden ayudarte a minimizar esta sensación para seguir disfrutando de la temporada estival. ¿Vamos a verlos?
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El agua y sus funciones
Nuestro cuerpo está formado por un alto porcentaje de agua, concretamente un 65% del total del peso de un adulto es agua. Este elemento es imprescindible para la vida ya que es necesaria para el transporte de muchos de los nutrientes necesarios para las células, el transporte de las sustancias de deshecho y también donde se suceden la mayoría de las reacciones de nuestro organismo que se producen en medio acuoso. Las células almacenan un 65% aproximadamente del total de agua que compone nuestro cuerpo. El resto la podemos encontrar circulando por la sangre y formando parte de los tejidos.
El balance de agua que tenemos en nuestro organismo debe permanecer en equilibrio: debe estar distribuida de tal manera que se mantengan los porcentajes anteriores.
Para ello no sólo es importante beber una cantidad correcta de agua (al menos unos 2L al día), sino también asegurar un consumo adecuado de los minerales que evitan que se pierda o acumule en exceso esta agua en el interior de las células. Los minerales que deben permanecer en equilibrio son el potasio, el sodio y el magnesio. El potasio y magnesio los podemos ingerir a través del consumo de alimentos ricos en estos, como por ejemplo frutas y verduras -de entre los cuales destacan el plátano, los espárragos o las verduras de hoja verde como las acelgas-, frutos secos y cereales. El sodio debemos controlarlo moderando el consumo de alimentos ricos en sal.
¿Qué pasa cuando llega el calor? Cuando llega el calor, nuestro cuerpo necesita autorregular su temperatura y para liberar el calor, activa un mecanismo que lo que hace es que los vasos sanguíneos se dilaten, facilitando que salga más líquido para regar los tejidos. Esto provoca un desequilibrio que, junto con la gravedad y el uso de prendas ajustadas, favorece la hinchazón de los pies y piernas.
Hay situaciones en las que, además de por el propio calor, tendemos a acumular más líquido en las extremidades inferiores. Por ejemplo, es más habitual padecerla durante el embarazo, la menopausia y con los cambios hormonales.
Además, existen otros factores que pueden desencadenar hinchazón, como pueden ser pasar muchas horas de pie, hacer viajes largos en automóvil o avión, pasar muchas horas sentados… En estos casos es recomendable mover las extremidades cada 2 horas, levantándonos a dar algunos pasos o realizando algunos ejercicios de estiramientos.
Evitar la hinchazón
Para minimizar la aparición de este síntoma o favorecer a su desaparición es recomendable, en general, llevar una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras y cereales; hidratarse correctamente, realizar actividad física de manera regular y evitar el uso de prendas ajustadas o cinturones. Siempre que sea posible, es recomendable poner los pies en alto para favorecer el retorno de líquido y realizar baños de agua fría.
Para ayudar más a la eliminación de estos líquidos, además de seguir estas recomendaciones, puedes complementarlo con la toma de algunos complementos a base de, por ejemplo, de alcachofa y diente de león, que te ayuda a controlar la retención de líquidos gracias a los efectos diuréticos de estas plantas que facilitan su eliminación a través de la orina.
Otro gran aliado en esta cruzada contra la acumulación de líquidos es la Cola de Caballo que también tiene propiedades drenantes, además de remineralizantes.
Si siguiendo las pautas anteriores, la hinchazón perdura pasado el calor, o pasados unos días después de un viaje, es recomendable que visites al médico para que pueda ayudarte a determinar la posible causa y concretar un tratamiento más adecuado.
¿Quieres pasar un verano libre de hinchazón? ¡Únete a tus aliados para combatirla![:]