Bienestar y lifestyle

¿Te adaptas bien al cambio de hora?

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Des de hace ya muchos años, en España, el último domingo de marzo y el último domingo de octubre toca adelantar o retrasar una hora el reloj. ¿El objetivo? Aprovechar más la luz solar y reducir el consumo de energía, pero para algunas personas el cambio horario puede suponer un reajuste de sus rutinas. Nuestro reloj interno funciona de manera distinta en cada uno, y adaptarlo al medio es básico para vivir en armonía con nuestro alrededor.

El final del mes de octubre, es la señal para adentrarse al horario de invierno, en que los días oscurecen antes y parecen ser más cortos. Somos muchos los que a menudo podemos notar cambios debido a esta modificación de tiempo. ¿Te cuesta adaptarte al cambio horario y tu cuerpo se resiente?. Para que el cambio horario pase desapercibido para tu organismo y se mantenga la sintonía, te proponemos adoptar las siguientes medidas:

  • Tabla de contenidos

    La prevención es siempre el mejor remedio.

    Como en todo, prevenir es siempre nuestra mejor baza para afrontar cualquier situación. Los días previos al cambio de hora, empieza a adaptar tu cuerpo de manera progresiva. Se recomienda que se empiece a realizar una semana antes y que no se ciña únicamente al sueño, sino que adaptes toda tu rutina, el conjunto de quehaceres de tu día a día: levantarte, dormir, comer, deporte, acostarte… Cuantos más hábitos adaptes más fácil será la adaptación y tu cuerpo lo agradecerá. Eso sí, ¡debes realizarlo progresivamente! Procura, en el caso del mes de octubre, retrasar 15 minutos todas tus acciones rutinarias, de este modo, llegaras al último domingo del mes preparado para que tu reloj interior no perciba casi ningún cambio. En el caso del mes de marzo, se debería realizar la práctica de la manera inversa: adelantar 15 minutos tus actividades.

  • Mantén unos buenos hábitos de descanso durante todo el año.

    Procura no acostarte tarde y levantarte pronto. El ciclo del sueño se regula mediante la exposición solar, a través de lo que llamamos ciclo de vigilia-sueño. Este ciclo se inicia con la exposición a la luz, que es captada por nuestra retina, en el ojo. En la retina se regula la fabricación de la hormona melatonina, también conocida como hormona del sueño, que influye en nuestro reloj interior. Cuando cae la luz nuestra retina estimula la síntesis de esta hormona, que hará que empecemos a sentir sueño y tengamos un descanso más reparador.

  • Un buen entorno para una buena sintonía.

    Para un buen descanso, como para todo, el entorno se convierte en un factor clave. Para un mejor descanso, baja las persianas y elimina al máximo la luz de tu dormitorio. El ruido también puede perturbar tu descanso, así que procura limitar el nivel acústico de tu entorno antes de irte a dormir.

  • Limita el uso de tablets, portátiles o teléfonos móviles

    En los 30 minutos previos a ir a dormir, ya que la luz azul de sus pantallas nos mantiene en vigilia. Recuerda apagarlos para que ninguna distracción interrumpa tu sueño.

  • Si te notas cansado durante el día, recuerda que la vitalidad empieza por unos hábitos de vida saludables que incluyan una alimentación saludable y actividad física regular. La jalea real es adecuada para los momentos en que necesitas un plus de energía.

Los niños pequeños suelen ser más sensibles a esta medida horaria, siendo los que más tardan en acostumbrar su reloj interno. El acostarse una hora más tarde provoca una modificación del horario de consumo de comidas, de sueño, etc. que, consecuentemente, modifica su estado de ánimo, volviéndose más irritables y con peor humor. Por ello, se debe prestar atención a los más pequeños y procurar hacer una buena prevención, de manera que el cambio de hora les afecte lo menos posible y puedan iluminar tu hogar con su sonrisa y alegría.

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