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10 claves para que tu dieta sea un éxito
[:es]¿Qué te sugiere la palabra dieta? Para la mayoría de las personas, esta palabra es sinónimo de un tremendo esfuerzo, cuyos resultados no son en la mayoría de los casos recompensados satisfactoriamente. ¡Pero esto no tiene porqué ser así!
Lo que de verdad importa para para que tu dieta sea un éxito no es solo la dieta en sí misma sino una serie de cambios y hábitos saludables que deben convertirse, a la larga, en un estilo de vida integrado en tu día a día. Mantener una alimentación y estilo de vida saludables en el tiempo te acercará a tu objetivo de manera gradual para que tus objetivos se mantengan. Para ello, la clave está en minimizar el aburrimiento y el abandono, para maximizar los beneficios y la adhesión a estos hábitos a largo plazo, que son lo que realmente estamos buscando.
Vamos a ver 10 claves que te ayudarán a alejarte de la idea arcaica del régimen estricto al que asociamos el término dieta, y te ayudará a tener un pensamiento más positivo que te impulse hacia tus objetivos. ¿Listos? ¡Comenzamos!
- Planifica semanalmente tus menús saludables
El hecho de saber lo que comprarás a una semana vista tiene muchas ventajas. Si partimos de un pequeño modelo sobre el papel donde incluyamos los grupos de alimentos que consumiremos en las comidas y cenas de lunes a domingo no solo evitaremos repetir alimentos y por tanto facilitar así una dieta variada, sino que además ahorrarás dolores de cabeza en pensar qué vas a cocinar, ahorrarás en tiempo, evitarás comprar alimentos indeseables o poco saludables y por si parecía poco ¡ahorrarás dinero!
- Lee las etiquetas
La información nutricional y de ingredientes son importantes para escoger correctamente lo que vas a comer. Procura huir de alimentos de origen industrial o altamente procesados, ya que suelen ser ricos en grasas saturadas o azúcares, cuyo aporte calórico es elevado pero su calidad nutricional es pobre.
- Aléjate de los mitos
Sospecha de dietas que te quiten todo lo que te gusta comer, que te obliguen a comprar productos carísimos, que te prometan resultados rápidos y de las cuales las palabras ‘salud’ y ‘disfrute’ salgan perjudicadas. Hacer dieta no tiene porqué implicar pasar hambre ni ser un sacrificio, como ya te contamos en el artículo 10 trucos para aligerar la dieta sin apenas notarlo. Las dietas milagro no son de fiar, y muchas se basan en falsos mitos de la alimentación.
- Equilibra el consumo de los distintos grupos de alimentos
Comer de todo en su justa medida es clave para evitar carencias o deficiencias de nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo. No compres las ideas de alimentos prohibidos; sencillamente evita o reduce aquellos de consumo ocasional y basa tus comidas diarias en verduras, hortalizas, legumbres, fruta, cereales integrales, pescado, carnes magras y grasas de buena calidad, como el aceite de oliva virgen.
- Reparte bien las comidas
Según la mayoría de expertos en nutrición, la recomendación es comer unas 5 veces al día (3 principales y 2 complementarias) o, lo que es lo mismo, cada 4h aproximadamente. Esto ayudará a regular y mantener un nivel constante de energía, activar tu metabolismo y permitirte no pasar hambre además de evitar ciertas tentaciones. Recuerda que, si te apetece picar algo entre horas, hay opciones de picoteos saludables de lo más apetitosas.
- Prioriza calidad vs cantidad
Con un buen reparto de comidas durante el día no hará falta que comas tanta cantidad por cada plato. Es por eso por lo que debes adecuar las raciones según la actividad diaria que realices y apostar por alimentos poco procesados y de temporada, así como platos muy condimentados, con exceso de salsas, frituras y rebozados. Los vegetales como las frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales te proporcionarán valor y calidad para una dieta sana.
- Practica ejercicio a diario
Este es un punto de los más importantes. Hacer deporte tiene beneficios para la salud, y además te ayudará a crear endorfinas y a mantener el peso estable. Mantenerte sano y activo a nivel físico es vital para regular la relación entre lo que comes y lo que gastas. Así que ya lo sabes, ¡muévete!
- Descansa tus horas
Por lo general, necesitamos entre 6 y 8 horas de descanso para que nuestro cuerpo se recupere de la actividad del día. Mientras dormimos, las hormonas del apetito, llamadas leptina y grelina, se autorregulan mucho mejor evitando que haya desequilibrios que puedan desencadenar en que quieras comer más, o incluso te cueste más llegar a sentir saciedad. Si tienes problemas para conciliar el sueño, busca ayudas naturales como la valeriana o el triptófano.
- Invierte en tu equilibrio emocional
Prácticas tan sencillas como meditar, leer, pasear tranquilamente por el bosque disfrutando del silencio y la naturaleza nos proporcionarán calma y quietud que favorecerán establecer unos hábitos saludables entorno a la alimentación. Además, consultar a un dietista-nutricionista titulado pueden hacer del proceso un camino estructurado y eficaz. Herramientas como el mindfulness o el coaching nutricional pueden complementar tu proceso. A su vez, estos referentes profesionales o incluso experiencias de personas externas te ayudarán a superar los momentos más difíciles.
- Disfruta de la vida
Intenta apreciar las pequeñas cosas ya que de ellas se conforma la grandeza de la vida. Valorar ciertas cosas donde antes no habrías puesto la menor atención te ayudará a afrontar con positividad cualquier suceso que se plantee en tu vida y te mantendrá con una actitud positiva.
Para que cualquier cambio en tu vida sea un éxito, la mejor estrategia es tomárselo con ganas y disfrutar de la experiencia. Con tu dieta no debe ser distinto; plantéatelo como una oportunidad para cambiar de hábitos y ganar salud sin renunciar a disfrutar de los alimentos.[:]